6.4.2 Rutas hacia el futuro digital

6.4.2.1      Cuando un formato de fichero se vuelve obsoleto, corre el riesgo de convertirse en inaccesible debido a la falta de un software apropiado para acceder a su contenido. Ante esta amenaza existen dos opciones: la migración o la emulación. En la migración el fichero se modifica o migra al nuevo formato, de manera que el contenido pueda ser reconocido y accesible mediante el software disponible en el momento. En la emulación, el software mismo del sistema operativo o de acceso se diseña o modifica para ser capaz de abrir y reproducir el fichero obsoleto, en un nuevo entorno adaptado que de otra forma hubiese sido incapaz de acceder al contenido.

6.4.2.2      Nuestra actual manera de entender las cosas nos lleva a apostar por la migración en el caso de ficheros concretos y simples, como los de audio digital sin compresión. Esto no es válido sin embargo para todos los casos de almacenamiento digital, y los sistemas deberían ser lo suficientemente flexibles como para responder a entornos cambiantes. Unos metadatos de preservación adecuados, como los que se describen en las recomendaciones de PREMIS, o los campos explícitos de tipo de fichero (incluida la versión) que contempla BWF/AES 31-2-2006, respaldarán cualquiera de las dos opciones (migración o emulación), así como el estándar AES 57-2011 AES standard for audio metadata — Audio object structures for preservation and restoration (estándar para metadatos de audio — estructuras de objetos de audio para la preservación y la restauración). La Universidad de Harvard está desarrollando un instrumento para entornos de código abierto que facilita la generación de los campos de metadatos necesarios.

6.4.2.3      La importante apuesta que las industrias audiovisuales y de TIC en general han realizado en favor del formato estándar de audio (.wav) comporta la lógica disponibilidad de instrumentos de software profesionales que fortalecen la garantía de acceso continuado a los contenidos y en consecuencia, su gestión por parte de los archivos sonoros. Asimismo, la apuesta por un único formato favorece su continuidad por el mayor tiempo posible, pues la industria no dejará de lado un formato consolidado sin obtener por ello beneficios significativos. Este aspecto de la preservación digital es el mejor argumento a favor de la absoluta adhesión a un formato estandarizado.