1: Antecedentes
1.1 Los archivos audiovisuales tienen la responsabilidad de preservar un patrimonio cultural que abarca todas las esferas de la actividad musical, artística, religiosa, científica, lingüística y de comunicación, que refleja la vida pública y privada así como el entorno natural contenido en grabaciones de imagen y sonido, ya sean publicadas o inéditas.
1.2 El fin de la preservación es proveer a nuestros sucesores y a sus clientes de tanta información como sea posible recabar en nuestro entorno de trabajo sobre los fondos depositados. Es responsabilidad del archivo valorar las necesidades de sus usuarios actuales o futuros y contrastarlas con las condiciones y recursos del archivo. El objetivo final de la preservación es garantizar la posibilidad de acceso al contenido sonoro de una colección por parte de usuarios admitidos, actuales o futuros, sin riesgo o daño alguno de los objetos de audio.
1.3 Dado que el tiempo de vida de todos los soportes de sonido está limitado por su estabilidad física y química, así como por la disponibilidad de la tecnología de reproducción, y dado también que la tecnología misma de reproducción puede resultar una potencial fuente de daños para muchos soportes de sonido, el proceso de preservación ha requerido siempre la producción de copias que puedan sustituir al original como duplicados de preservación, lo que en la jerga de la archivística digital ha venido a denominarse «sustituto de preservación». La necesidad de migrar el contenido a otros sistemas de almacenamiento es mayor si cabe en soportes originales de audio digital, amenazados por un tiempo de vida cada vez más corto asociado a la alta sofisticación de los ordenadores y software disponibles en el mercado que, a veces pocos años después de su lanzamiento, conduce a la total obsolescencia de los equipos de reproducción. Sin embargo, las mismas restricciones que sufra el objeto original también afectarán — total o parcialmente — al formato de preservación de destino, lo que requerirá la continua reduplicación. Si el proceso de preservación se llevara a cabo por duplicación en serie en el ámbito analógico, ello acarrearía una degradación progresiva de la señal de audio en cada nueva generación.
1.4 El potencial que la producción de sustitutos digitales ofrece a efectos de preservación parece aportar la respuesta a cuestiones vinculadas tanto al acceso como a la preservación misma. Sin embargo, las decisiones tomadas sobre formatos digitales, resoluciones, soportes y sistemas tecnológicos impondrá límites a la efectividad de la preservación digital, límites que no podrán ser revertidos, como tampoco la merma en la calidad resultante del audio codificado. Es indispensable lograr una extracción óptima de la señal de los soportes originales como punto de partida del proceso de digitalización. Dado que los medios de grabación a menudo requieren tecnologías de reproducción muy específicas, hay que organizar de forma conveniente el proceso de copia al ámbito digital antes de que la obsolescencia de los aparatos de reproducción sea crítica.
1.5 La capacidad de generar nuevas copias a partir de la primera copia digital sin pérdida o degradación alguna ha conducido a archivistas entusiastas a hablar de «preservación eterna». La fácil producción de copias de distribución con un bajo número de bits por muestra ofrece a las instituciones la posibilidad de abrir sus colecciones sin someter los objetos originales a ningún trasiego. Con todo, lejos de resultar eterno, el tiempo de vida efectivo y la integridad del contenido sonoro pueden verse reducidos por una mala administración del archivo digital. Por contra, una buena estrategia de conversión y preservación digitales facilitará la consecución de los beneficios prometidos por la tecnología digital. Un sistema deficientemente planeado con excesiva intervención humana podrá exigir tareas de gestión de dimensiones tan considerables que sobrepasen la capacidad tanto de los gestores como de los conservadores de la colección. Con ello se estará poniendo la colección en peligro. Un sistema bien planificado, por contra, deberá permitir la automatización de los procesos de manera que la preservación se lleve a cabo en el momento adecuado. Ningún sistema ideado para la preservación del sonido podrá aportar una solución única y definitiva: cualquier solución requerirá procesos de transferencia y migraciones futuras que deberán plantearse desde el mismo momento en que el material sea digitalizado y almacenado por primera vez.
1.6 Las presentes Directrices se refieren con detalle a soportes de audio tales como cilindros y discos de surco ancho, sistemas de grabación sobre hilo de acero y dictáfonos, LPs de vinilo, cintas magnéticas analógicas sobre casete y bobina abierta, soportes digitales magnéticos como el DAT y otros antecesores basados en cinta de vídeo, y medios de disco óptico como el CD y el DVD. El sonido para película no se trata específicamente, aunque puedan aplicarse muchos de los principios presentados aquí. Este documento no considera tampoco los rollos para pianola, ficheros MIDI u otros sistemas más cercanos a tipologías de reproducción que a sonido codificado. Los principios que siguen subrayan las áreas donde se deben tomar decisiones críticas en la transferencia y gestión de materiales de audio digital.