3.7.2 Fuentes de campos magnéticos aislados

Los campos magnéticos son producidos comúnmente por motores de corriente alterna (CA) y por transformadores. Las líneas de alimentación de CA no muestran campos externos significativos, siempre que los conductores estén muy cercanos (como normalmente es el caso). Los campos de corriente continua (CC) son radiados por imanes permanentes [N. del T, material que puede ser imantado y que es capaz de generar un campo magnético persistente]. Contrariamente a lo que se teme, el campo magnético de tierra física es demasiado débil para influir en las grabaciones magnéticas.

3.7.2.1 Amenazas comunes para los archivos audiovisuales. Las más peligrosas fuentes de campos magnéticos aislados comúnmente utilizados en los archivos audiovisuales son los micrófonos y audífonos dinámicos, los altavoces y los instrumentos activados por bobinas (medidores de niveles). Puesto que la intensidad de campo cae exponencialmente con la distancia, incluso los campos más fuertes producidos por estos aparatos, a una distancia de 15 cm de las cintas grabadas, están muy por debajo del umbral de CC arriba mencionado. Finalmente, los borradores de cintas magnéticas, que se utilizan para borrar cintas de audio y de video analógico, tienen campos magnéticos demasiado fuertes y no deben emplearse en áreas donde se manejen o se almacenen cintas grabadas. Al sacar dichos artefactos de las áreas de manejo y almacenamiento debe tenerse en mente que las paredes normales no los protegen de los campos magnéticos. Para los riesgos relacionados con el traslado, véase 4.8.

3.7.2.1.1. Desmagnetización del equipo de reproducción (de-gaussing). Para prevenir las influencias negativas en las cintas grabadas, las guías y las cabezas de metal de todas las cintas deben desmagnetizarse a intervalos regulares (a diario, o después de cada diez horas de uso). Los campos magnéticos de corriente continua disminuyen la proporción señal/ruido (S/N) y pueden incrementar las distorsiones no lineales. Para el mantenimiento de equipos de reproducción de cintas magnéticas y para evitar la magnetización accidental, nunca deben usarse desarmadores u otras herramientas magnéticas. Asimismo, los módulos de las cabezas solo deben cambiarse una vez que las máquinas se hayan desconectado.

3.7.2.2 Amenazas generales. Se deben evitar, absolutamente, los postigos de puertas magnéticos de vitrinas y las calcomanías adheribles con imanes, pues su contacto inmediato accidental con cintas magnéticas es dañino. Los portapuertas electromagnéticos que se emplean para divisiones de incendios deben revisarse debido a las intensidades de campo. Los estantes móviles operados con motores eléctricos y las cintas transportadoras deben revisarse, al igual que los motores de las aspiradoras empleadas en las áreas de almacenamiento. No deben realizarse trabajos de soldadura eléctrica junto a los soportes magnéticos; se debe mantener, por lo menos, un metro de distancia. También se aconseja revisar los alrededores de las áreas de almacenamiento ya que las paredes no protegen de los campos magnéticos aislados. Puede haber transformadores caseros o motores de elevador inmediatamente adyacentes a las paredes exteriores, especialmente en los edificios vecinos, sin que se tenga noticia de ellos. Para el transporte de cintas magnéticas, véase 4.8.3.

3.7.2.3 Estantes de metal. Contrariamente a los temores de la década de 1950, normalmente los estantes de metal no son peligrosos para almacenar grabaciones magnéticas. Se debe tener cuidado para evitar que los estantes, accidentalmente, se conviertan en un sistema conductor de rayos en caso de una descarga eléctrica (3.7.2.4.1). Por ello, conectar a tierra física (aterrizar) los estantes de metal, como lo requiere la regulación de seguridad general, debe discutirse con especialistas. No es muy probable que los estantes magnéticos tengan un campo magnético permanente. Si un estante lo tiene, quizá provenga del uso de imanes recolectores (pick-up magnets) durante su fabricación.19

3.7.2.4 Pulsos electromagnéticos (EMP). Son estallidos de radiación magnética de banda ancha, únicos, de alta intensidad y extremadamente cortos. Aunque el campo magnético de un EMP exista por un tiempo muy corto puede ser muy fuerte, poniendo en peligro los soportes de información de dos maneras: los soportes magnéticos pueden reorientarse y por lo tanto su información puede borrarse, los soportes en estado sólido pueden ser destruidos por voltajes altos inducidos por fuertes campos magnéticos. Aparte de los soportes de información, los EMP artificiales constituyen una preocupación en particular por su potencial destructivo para el equipo electrónico, las instalaciones eléctricas y para edificios enteros por ser vectores de incendio. Puesto que los campos electromagnéticos se propagan a la velocidad de la luz no hay advertencia posible.

Hay diversas formas naturales y artificiales de EMP, hechas por el hombre. En la preservación audiovisual, solo tres formas son de interés particular: los relámpagos, otras descargas electrostáticas y los EMP como resultado de una explosión nuclear.

3.7.2.4.1 Rayos. Aunque no se han reportado daños por pararrayos en el curso de la caída de un rayo, no es improbable que esto sí haya ocurrido en algunas ocasiones y haya pasado inadvertido. En caso de que caiga un rayo, el campo magnético que emite un pararrayos depende de la corriente que este genere y de la distancia a la que se encuentre del pararrayos. Los rayos en zonas climáticas moderadas tienen una corriente promedio de 25-30 kA.20 Sin embargo, en áreas tropicales se han registrado rayos de hasta 400 kA. Mientras que para 60 kA es suficiente una distancia de aproximadamente cinco metros para disminuir el campo hasta el umbral de 25 Oe, la distancia que se necesita para un rayo tropical de 400 kA sería de 33 metros aproximadamente. No obstante, en un sistema de pararrayos diseñado apropiadamente, el rayo es desviado a varios conductores verticales, separados, para que cada uno absorba parte de la corriente total. Esto, en la práctica, reduce la distancia de seguridad que se requiere entre el pararrayos y los soportes magnéticos. Se debe hacer todo para evitar que los estantes metálicos, las tuberías, la calefacción central, etc., se conviertan en parte del sistema de pararrayos en caso de que caiga uno (3.7.2.3). El diseño de protección de rayos debe cumplir con el código IEC 1024-1 [N. del T. International Electrotechnical Commission].

Esta amenaza potencial generalmente es un factor subestimado en la preservación audiovisual, pero debe considerarse con cuidado al revisar la seguridad del archivo o al diseñar nuevas construcciones.

3.7.2.4.2 Otras descargas electrostáticas (ESD). El material aislante puede cargarse de electrostática por electricidad friccional. Por ejemplo, los cuerpos humanos pueden cargarse hasta de 30 kV tras haber caminado por una alfombra bien aislada, en particular con una humedad relativa muy baja. Al tocar cualquier objeto conductor ocurre una descarga a través de una pequeña chispa que crea un EMP muy corto y alto, el cual puede dañar e incluso destruir componentes electrónicos susceptibles; esta es otra razón adicional para elimar el uso de las alfombras en los archivos audiovisuales, además de la prevención del polvo.

Otro efecto proviene de los discos y las cintas magnéticas cargadas electrostáticamente, sobre todo de aquellas hechas de PVC. Al reproducirlos, las descargas electrostáticas se vuelven audibles como clics, tanto en la salida de la máquina como acústicamente en el cuarto. Tales descargas no dañan los soportes, pero su presencia es molesta en la reproducción y debe evitarse descargando los soportes antes o durante la reproducción.

3.7.2.4.3 EMP artificial. En lo que se refiere a la preservación audiovisual, el EMP artificial más relevante sería el producido por un arma nuclear (NEMP). La fuerza de su campo magnético dependería de varios factores (fuerza de la detonación, diseño del arma, altitud de la explosión), y sería suficientemente fuerte para borrar las grabaciones magnéticas sin blindaje, pero también indirectamente peligrosa para destruir el hardware electrónico, instalaciones eléctricas y las construcciones, debido a los altos voltajes inducidos en conductores metálicos.

3.7.2.2.4 Protección contra EMP. Aunque teóricamente los archivos audiovisuales pueden correr un peligro considerable con los NEMP, la probabilidad de que esto suceda es, sin embargo, extremadamente baja. La protección contra los EMP para los equipos y soportes magnéticos puede proporcionarse encerrándolos en una jaula de Faraday y usando circuitos de protección apropiados (separación galvánica, desviadores de excesos de voltaje) en todas las líneas de corriente. Los edificios y los cuartos individuales pueden protegerse cubriéndolos completamente con una red de alambre de metal aterrizada.

Generalmente, entre más alta sea la frecuencia de la radiación electromagnética, más cerrada deberá ser la malla metálica. Como el espectro de los impulsos es indefinido, teóricamente, una protección efectiva requerirá una hoja de metal altamente conductora, sellada en su totalidad, por ejemplo, de cobre, que esté bien aterrizada.

3.7.2.5 Print-through. Es el copiado o transferencia no intencional de señales entre capas adyacentes del rollo de la cinta magnética. El problema viene de una dispersión irregular de la coercitividad a través de las partículas de una cinta determinada. Mientras que las partículas de alta coercitividad resisten a la reorientación causada por los campos magnéticos de la capa adyacente, un pequeño porcentaje de partículas de baja coercitividad es sensible a la reorientación. El print-through ocurre inmediatamente después de grabar y al primer contacto de las dos capas sobre el carrete de rebobinado, y se incrementa logarítmicamente con el tiempo.21 Aparte de la sensibilidad general de una capa magnética dada, el nivel de print-through también depende del grosor de la cinta.22 El alto indice de incremento de este nivel aumenta con la temperatura, y de igual forma por la presencia de campos magnéticos externos y de baja intensidad.

Con la norma internacional de rebobinado oxide in [N. del T, rebobinado con el lado de la emulsión de óxido hacia adentro], la impresión es más fuerte en la capa exterior que en la capa interna de la señal nodriza. Cuando las cintas se almacenan en el carrete de suministro, el pre-eco “antinatural” es más fuerte que el post-eco y, por lo tanto, menos molesto. Por ello, el almacenamiento tails-out (con la cola de la cinta afuera) ha ganado gran popularidad. Con el estándar de almacenamiento alemán oxide-out (B-wind) se aplica lo contrario.

Puesto que el print-through es causado por partículas inestables de baja coercitividad, este puede eliminarse, en gran medida, rebobinando la cinta varias veces en la velocidad más rápida que permita el equipo lector antes de reproducirse. Esto hace uso del efecto magnetestrictivo en partículas de baja coercitividad.23

Para minimizar el print-through en futuras reproducciones, las cintas reproducidas deben ponerse a temperatura de almacenamiento y después ser rebobinadas varias veces para mantener el nivel inicial de print-through al mínimo.

Debe recordarse que cualquier falla al minimizar el print-through antes de la transferencia hará que la señal impresa sea parte de la nueva grabación.


Figura 28: Interferencia mutua de las capas magnéticas adyacentes.

 


Figura 29: Pre-ecos y post-ecos.

 


19. Mediciones sistemáticas de estantes de metal han mostrado permanentes campos de corriente continua de hasta 1 Oe. Puede ser aconsejable especificar ese nivel como el máximo permitido al ordenar los estantes de acero, y medirlo cuando los entreguen.

20. En Austria, por ejemplo, los rayos promedio no exceden los 30 kA. Por ello, los pararrayos están especificados para resistir un rayo de hasta 60kA.

21. Su aumento en la primera unidad de tiempo es la misma que en las siguientes diez y luego cien (o cualquiera otra serie exponencial) de unidades de tiempo.

22. Dada su proporción de longitud de onda-grosor de la cinta, y debido a la percepción óptima de la señal en el rango de baja a mediana frecuencia, alrededor de 1000 Hz, la molestia subjetiva también depende de la velocidad de la grabación. Así, el print-through es significativamente más molesto en una grabación en cinta estándar de38 cm/s que, por ejemplo, en un casete compacto con una baja velocidad de grabación de 4.76 cm/s.

23. Con la mayoría de las cintas, un print-through acumulado de 224 días podría reducirse por debajo del nivel de 24 horas, rebobinando la cinta tres veces en modo de rebobinado rápido (Schüller, 1980).