2.2.1 Principio de grabación

Un soporte magnético se mueve a través de una cabeza de grabación electromagnética. La cabeza produce un campo magnético que varía según la señal que recibe del dispositivo de grabación. Esta información magnética es “congelada” dentro del soporte magnético a medida que pasa por la cabeza. Las señales grabadas pueden recuperarse corriendo la cinta a través de una cabeza de reproducción o lectura (muchas veces idéntica a la cabeza de grabación), que recoge el campo magnético y lo convierte de vuelta en una señal eléctrica. En las grabadoras analógicas de audio la cabeza es estacionaria. Las señales analógicas de video, así como las señales de audio y de video digital, requieren un ancho de banda mayor que la señal analógica de audio. Esto se logra al aumentar considerablemente la velocidad de grabación. Este incremento en la velocidad no se logra solamente por un movimiento más rápido, pues la cantidad de cinta que se necesitaría sería excesiva. El problema, generalmente, se resuelve con una cabeza rotatoria que escribe a través del ancho de la cinta a alta velocidad, mientras que la velocidad lineal de la cinta es mucho menor.

Es fundamental entender que, con el fin de recuperar óptimamente la señal de una cinta, es esencial un estrecho contacto entre la cinta y la cabeza, razón por la que es importante mantener limpias las cintas y las máquinas, así como las áreas de almacenamiento y manejo (véanse 3.5.1 y la figura 25).

Para las especificaciones de grabación en disco duro, véase 2.2.2.

Mediante el uso del efecto Kerr la información magnética también puede leerse ópticamente. Este principio se emplea con soportes óptico-magnéticos (2.3.1.4). También es empleado en el proceso de recuperación de cintas de respaldo en computadoras de alta densidad. Este principio no se ha desarrollado más allá del nivel experimental en lo que se refiere a la lectura de cintas de audio grabadas de modo convencional.