6.3.14 Introducción a los discos duros (HDD)

6.3.14.1    Los discos duros han servido como principal memoria y almacén de datos de los ordenadores desde que IBM introdujera su disco duro modelo 3340 en 1973. Dotado de 30MB de memoria fija más 30MB extraíbles y designado con el nombre operativo de 30/30 —por cuya razón fue apodado Winchester, en recuerdo del famoso rifle— el pionero diseño de sus cabezales hizo viable la operatividad de los discos duros. Las posteriores reducciones en tamaño y los más recientes desarrollos en el diseño de cabezales y discos han incrementado enormemente la fiabilidad de estos dispositivos, hasta los robustos diseños actuales de uso cuotidiano.

6.3.14.2    Los gestores de archivo responsables del mantenimiento de datos han considerado tradicionalmente el disco duro demasiado poco fiable para alojar una copia única de un ítem, a la par que demasiado caro si se utilizan discos en batería, aunque así sea más fiable. Consecuentemente, los datos de un disco duro han sido duplicados en múltiples copias sobre cinta para garantizar su supervivencia. Como ya se ha mencionado (6.1.4: «Aspectos prácticos de las estrategias de protección de datos»; 7.6: «Almacenamiento de archivo»), todos los sistemas de datos deben contar con copias múltiples y separadas de todos los datos. Aunque los expertos tienden a coincidir en la opción de una batería de discos duros reforzada con duplicados múltiples sobre cinta como el sistema de datos más seguro, la continua reducción de costes y la mejora en la fiabilidad convierten la opción de duplicados idénticos de datos sobre discos duros separados en una posibilidad factible. Persiste sin embargo el principio deseable de múltiples soportes, por lo que el almacenamiento exclusivo sobre disco duro constituye un riesgo.