6.3.21 Tecnologías de disco duro

6.3.21.1    Existen cuatro métodos principales para conectar discos duros y otros dispositivos periféricos a los ordenadores: USB (Universal Serial Bus), IEEE 1394 (FireWire), SCSI (Small Computer System Interface) y SATA/ATA (Serial Advanced Technology Attachment/AT Attachment). Cada uno de ellos tiene sus particulares ventajas según la situación. USB y FireWire son puertos de conexión multipropósito, aptos para conectar el ordenador tanto a un disco duro como a una cámara de vídeo digital o un reproductor MP3. Las opciones SCSI y SATA/ATA se usan principalmente para conectar discos duros a ordenadores o sistemas de almacenamiento en disco.

6.3.21.2    Tanto la interfaz SCSI como su sucesora SAS (Serial Attached SCSI) permiten ciclos de lectura y escritura a alta velocidad y facilitan el acceso a un mayor número de discos que los permitidos mediante SATA/ATA. Los discos SCSI pueden aceptar múltiples comandos a la vez a través del bus SCSI y no generan colas de peticiones como en SATA/ATA. Las unidades SATA/ATA resultan comparativamente más baratas. La velocidad de acceso en lectura es básicamente la misma para ambas interfaces y en el contexto del audio digital ninguna de las dos limitará las operaciones de una estación de trabajo de audio digital (también conocida por su acrónimo inglés DAW, Digital Audio Workstation). En cuanto al rendimiento, la diferencia entre los controladores y discos SCSI/SAS y SATA podrá notarse en el marco de un sistema central de almacenamiento de uso intensivo.

6.3.21.3    Los discos SCSI/SAS con canal de fibra (tecnología Fibre Channel, FC) se utilizan principalmente en entornos empresariales de alta exigencia mientras los discos SATA abundan en el mercado doméstico, aunque crece su uso en sistemas empresariales que buscan una capacidad de almacenamiento más rentable, por ejemplo, en el almacenamiento de archivo. Precisamente en este escenario la decisión final entre las tecnologías (FC) SCSI/SAS y SATA depende de la carga efectiva del sistema. Si este se usa para archivar pequeñas o medianas cantidades de contenido que no requieren de acceso intensivo, una solución basada en SATA puede ser suficiente. La decisión deberá basarse en la detallada descripción de los requisitos y en una buena negociación con el proveedor de almacenamiento.

6.3.21.4    Los discos duros conectados vía USB o FireWire pueden servir para transferir contenidos de un entorno a otro. Sin embargo, dada su poca fiabilidad, difícil supervisión y fácil extravío, no deberían ser considerados válidos para tareas de archivística aun cuando su precio resulte muy atractivo.

6.3.21.5    La interfaz por sí misma no es una indicación suficientemente consistente sobre la fiabilidad y rendimiento de un disco duro o un sistema de almacenamiento datos. El comprador/usuario debería preocuparse también por otros parámetros operativos y de configuración del sistema. Parece que la fiabilidad de los discos esté asociada con la interfaz FC SCSI/SAS. A pesar de ello, los discos duros no son por sí mismos permanentemente fiables, por lo que todos los datos de audio deberían disponer de copias de seguridad en un formato de cinta adecuado (ver 6.3.5, «Rendimiento de la cinta de datos»). (Para mayor detalle ver Anderson, Dykes y Riedel: 2003).

6.3.21.6    Hay una tecnología de almacenamiento emergente que podría gozar de una posición destacada en un futuro próximo. El almacenamiento sobre estado sólido en la forma de memorias flash se está desarrollando como alternativa a los discos rotatorios y ya se ha convertido en una alternativa a los discos duros en ordenadores de sobremesa. Algunos fabricantes de sistemas de almacenamiento han introducido también discos de estado sólido (discos flash) en sus sistemas de bajo o medio coste y planean también introducirlos en sus sistemas de alto nivel. Aunque el almacenamiento sobre estado sólido plantea todavía ciertos desafíos en lo que a fiabilidad de almacenamiento se refiere, puede convertirse en un solución viable para las necesidades de almacenamiento de la comunidad archivística. Su precio por gigabyte empieza a ser competitivo, es más respetuoso con el medio ambiente dada su menor demanda de potencia y prescinde de parte móviles (motores), lo que podría significar un mayor tiempo de vida para las unidades de almacenamiento. Una vida útil de diez años en lugar de los habituales cinco por unidad de almacenamiento podría significar una menor inversión y costes de gestión, al permitir el ahorro de uno de cada dos procesos periódicos de migración. En términos de rendimiento de lectura/escritura, el almacenamiento sobre estado sólido ya es comparable al de la tecnología de disco duro.