5.3 Reproducción de discos LP de microsurco

* Microsurco: El uso del término microsurco se prefiere al uso de vinilo como una descripción colectiva, ya que algunos de los últimos discos de surco ancho se prensaron en vinilo.

5.3.1 Introducción

5.3.1.1      Los primeros discos Long Play (LP) de microsurco aparecieron alrededor de 1948, prensados en vinilo** flexible y publicitados como «irrompibles» en comparación con los discos anteriores comerciales, hechos a base de la rígida (y fácilmente rompible) goma laca.27

5.3.1.2      Cuando el disco de vinilo fue desarrollado ya existía un mayor acuerdo sobre las normas de la industria. Los surcos se cortaron a 300-400 surcos por pulgada (en lugar de los 100 o más por pulgada característicos de los prensados de goma laca), con agujas de tamaño y forma estándar, y a una velocidad de 33 1/3 rpm. Los discos de vinilo de siete pulgadas, tanto los sencillos (singles) como los Extended Play (EP), se diseñaron para reproducir a 45 rpm y en algunos casos a 33 1/3 rpm. En raras ocasiones, se produjeron discos de mayor diámetro para la reproducción en 16 2/3 rpm de discursos, pudiéndose grabar hasta 60 minutos por lado. Aunque las características de ecualización variaban según la compañía (ver el cuadro 2, sección 5.3, «Valores de ecualización para discos LP anteriores a 1955»), muchos preamplificadores podían ajustarse a estas variaciones. Finalmente se consiguió un acuerdo y la RIAA (Record Industry Association of America, o Asociación de la Industria Discográfica de EUA) se convirtió en la curva normalizada para toda la industria.

5.3.1.3      Los registros en estéreo estuvieron disponibles comercialmente a partir de alrededor de 1958, y al principio muchas grabaciones se produjeron en versiones mono y estéreo. Las paredes del surco de un disco estéreo son perpendiculares entre sí e inclinadas 45° con respecto a la vertical. La pared interior del surco contiene la información del canal izquierdo y la exterior la información del canal derecho, ambas grabadas perpendicularmente respecto a la superficie de la pared. Este sigue siendo el estándar, aunque en el momento de su introducción un pequeño número de discos estéreo se hicieron con una combinación de tecnología lateral y vertical, un enfoque que pronto se abandonó. Se puede utilizar una cápsula estéreo para reproducir registros mono, pero reproducir una grabación estéreo con una cápsula mono puede causar daños graves al surco.


**  Vinilo es un término coloquial para el material de los discos que básicamente consiste en un co-polímero de policloruro de vinilo / acetato de polivinilo (PVC / PVA).

5.3.2 Selección de la mejor copia

5.3.2.1      Al igual que con formatos mecánicos históricos y otros ya obsoletos (ver la sección 5.2.2, «Selección de la mejor copia»), la selección se hace sobre todo visualmente, por razones de rapidez y para evitar desgaste del material. El personal debe estar bien versado en los códigos e identificadores utilizados por diferentes compañías discográficas, normalmente situados justo al borde de la etiqueta. Esto puede llevar a descubrir versiones, remasterizaciones o prensados alternativos o posteriores. A la hora de seleccionar los mejores ejemplares para la digitalización, se debería considerar la colaboración con otras colecciones.

5.3.2.2      El espacio de trabajo debe disponer de luz en paralelo y en ángulo oblicuo, ya que la iluminación fluorescente de techo puede ocultar la evidencia de desgastes. La calidad de la luz debe ser tal que resulte muy fácil distinguir entre una simple modulación fuerte y el desgaste real. Si solo hay dos copias que presenten características de desgaste diferentes, se deben conservar y transferir ambas.

5.3.3 Limpieza y restauración del soporte

5.3.3.1      Los discos se deben manipular con mucho cuidado, sin permitir que los dedos toquen la zona del surco de un disco de vinilo. El sudor y otros depósitos de la piel pueden ser en sí causa de ruido de reproducción, pero además atraerán y adherirán polvo a la superficie, permitiendo el crecimiento de mohos y hongos y aumentando el ruido de reproducción. Se debe utilizar guantes de algodón para manipular los discos. Si los guantes apropiados no son prácticos, los discos deben ser sacados de (y devueltos a) sus fundas de manera que las puntas de los dedos se coloquen en el área de la etiqueta y la base del pulgar en el borde, dejando la zona de surcos sin tocar.

5.3.3.2      El polvo, el enemigo de todas las grabaciones de sonido, es un gran problema con discos de vinilo, por dos razones: el menor surco significa que las partículas de polvo son comparables en tamaño con la aguja, y estas causan clics y ruidos de fritura, y la naturaleza electrostática del vinilo aumenta la atracción de polvo hacia la superficie del disco. Se han desarrollado sistemas de efectividad variable para intentar neutralizar estas cargas electrostáticas, desde cepillos de fibra de carbono a «pistolas» piezoeléctricas que «disparan» una carga neutralizadora a la superficie del disco.

5.3.3.3      La forma más eficaz de limpiar discos es lavarlos. Algunas máquinas de limpieza, como la conocida máquina Keith Monks, cubren la superficie con un líquido de limpieza que acto seguido se elimina por un dispositivo de succión móvil que barre la superficie para absorber tanto el líquido y el polvo como cualquier suciedad presente en las ranuras. Un método más sencillo es el lavado, evitando el área de la etiqueta, con agua desmineralizada y un detergente suave o un agente humectante no iónico como la cetrimida (cloruro de n-cetilpiridina) diluida al 1 por ciento, que tiene propiedades anti-hongos y anti-bacterias. El disco puede cepillarse luego en el sentido de los surcos con un pincel suave de pelo de camello, evitando siempre el área de la etiqueta, y aclararlo una vez más con agua destilada. Los depósitos de grasa en los discos de vinilo se pueden eliminar con alcohol isopropílico. Dado que los discos que no son no de vinilo pueden resultar afectados por el alcohol, hay que tener cuidado para asegurarse de que el disolvente no cause daños al disco.

5.3.3.4      No debe utilizarse ninguna solución de limpieza de discos que no explicite su composición química. Solo el archivero puede tomar las decisiones sobre el uso de disolventes y otros productos de limpieza, contando con el asesoramiento técnico adecuado de químicos o conservadores especializados en plásticos.

5.3.3.5      Al igual que con los formatos mecánicos históricos y otros ya obsoletos (ver 5.2.3, «Limpieza y restauración de soportes»), la limpieza por ultrasonidos puede ser eficaz. Hay que tener cuidado en la selección del disolvente: una solución al 1 por ciento de cetrimida en agua destilada es adecuada. La etiqueta debe estar libre de líquido, y el disco debe girar lentamente hasta que toda la zona del surco se haya mojado.

5.3.3.6      Quizás el método más eficaz para reducir los efectos de la suciedad, el polvo y la electricidad estática es reproducir los discos mojados. Esto se puede conseguir simplemente cubriendo el disco con una solución de cetrimida, o mediante un cepillo suave mojado situado antes de la aguja. Mojar el disco puede reducir drásticamente la incidencia de clics y chasquidos, pero tiene el efecto de incrementar el ruido de superficie en todas las reproducciones posteriores «en seco». La reproducción húmeda con líquidos que contengan alcohol no es recomendable, ya que puede reaccionar químicamente con los cojinetes de polímero del espárrago, con resultados negativos.

5.3.3.7      La restauración necesaria más frecuente de un disco es aplanarlo. Los criterios siguientes se aplican tanto si el disco está abarquillado como si está doblado. El tratamiento precisa de un horno termostático (necesariamente un horno de laboratorio, pues un horno doméstico no es apropiado) a una temperatura en general no superior a 55° C, que contenga dos láminas limpias de vidrio templado y pulido, de 7 mm de espesor y 350 mm de lado. Después de limpiarlo y secarlo a mano, se coloca el disco sobre la lámina de vidrio base previamente calentada en el horno, mientras que la lámina superior se suspende en otro lugar del horno. Tras una media hora se inspecciona el disco: es muy posible que ya se haya alisado. Si no, se comprueba la elasticidad como señal de ablandamiento, y la experiencia indicará si la colocación de la placa superior caliente sobre el disco podría tener el efecto deseado. El sándwich se deja durante media hora más, y la hoja superior se levanta con guantes. Si el disco está perfectamente plano, el sándwich completo se retira del horno y se deja enfriar sobre un soporte aislante. Si no se ha obtenido el aplanamiento, se eleva la temperatura a intervalos de 5° C y se repite el procedimiento. Nunca se debe aplicar presión sin un ablandamiento suficiente.

5.3.3.8      Aplanar discos es un proceso útil porque puede volver reproducibles los discos irreproducibles. Sin embargo, algunas investigaciones recientes sugieren que el procedimiento de alisar discos con calor provoca un aumento constatable en las frecuencias subsónicas e incluso en la gama audible de bajas frecuencias (Enke 2007). Aunque la investigación no es concluyente, se debe tener en cuenta a la hora de decidir si se ha de aplanar un disco. El análisis del efecto de aplanamiento se llevó a cabo sobre discos de vinilo y todavía no se ha determinado si el mismo efecto se manifiesta en la goma laca, aunque las temperaturas más bajas asociadas con los tratamientos a la goma laca los hacen mucho menos arriesgados.
Sin embargo, se ha de valorar la eventualidad de estos daños frente a la posibilidad de reproducir el disco.

5.3.4 Equipos de reproducción

5.3.4.1      Es posible la reproducción óptica de discos de vinilo y debería investigarse antes de seleccionar cualquier equipo de transferencia, aunque los transductores de contacto (es decir, agujas) son actualmente más frecuentes, percibidos como menos complicados, y preferidos por la mayoría de técnicos. Cuando se utilizan transductores de contacto hay tantas variables en la cadena de reproducción que es imposible repetir exactamente una reproducción particular. El brazo fonocaptor, la cápsula, la aguja, la fuerza de seguimiento, la deformación del surco anterior y el desgaste, todo contribuye a la variabilidad en la reproducción. Incluso la temperatura puede afectar en cierta medida a las características de reproducción de la combinación cápsula-aguja. Sin embargo, si los discos tienen que capturarse digitalmente, la alta calidad de todos los componentes de la cadena de reproducción —desde la aguja hasta el equipo de grabación— garantizará la captura de audio más precisa posible.

5.3.4.2      Quizá la parte más importante de la cadena de reproducción es la combinación cápsula-aguja. Las cápsulas de bobina móvil, consideradas por algunos como las más sensibles, tienden a tener un precio y una falta de robustez que imposibilita ningún otro uso aparte del doméstico, y este con mucho cuidado. Una buena cápsula de alta conformidad, de fuerza de seguimiento bajo (inferior a 15 mN, comúnmente citada como 1,5 gramos), de tipo reluctancia variable (imán móvil) y con aguja birradial («elíptica») será la solución más práctica. El rango de agujas debe ir desde de las 25 micras (1 milésima de pulgada), de uso común en los primeros discos LP mono, a 15 micras (0,6 milésimas), incluyendo agujas de forma cónica, elíptica y truncada, en función de la edad y el estado de los discos que se hayan de reproducir.

5.3.4.3      Se debe prestar atención al ajuste del ángulo de seguimiento vertical del sistema fonocaptor, que idealmente debe coincidir con el ángulo utilizado en el proceso de grabación. El ángulo recomendado para la reproducción durante la década de 1960 fue de 15 ± 5°, que hacia 1972 ya había pasado a 20° ± 5°. Sin embargo es imposible verificar el ángulo de seguimiento vertical de un disco en particular (aparte de los discos de prueba, que permiten la evaluación de la distorsión de intermodulación de una señal vertical). Como ajuste básico se debe prestar atención a la posición horizontal del brazo, que debería quedar paralelo a la superficie del disco bajo la fuerza de seguimiento adecuada. Esto debería garantizar el ángulo recomendado por el fabricante del sistema fonocaptor. A partir de aquí se puede conseguir cualquier desviación levantando o bajando el brazo.

5.3.4.4      Otro ángulo que hay que ajustar es el de seguimiento tangencial. Con los brazos tangenciales hay que asegurarse de que el sistema esté montado de manera que la aguja siga exactamente el radio del disco. Los brazos convencionales (sobre un eje) se ajustarán hasta llegar a un compromiso mediante el ajuste de la posición de la aguja (= longitud efectiva del brazo) con la ayuda de un calibrador, generalmente suministrado por los fabricantes de equipos de precisión.

5.3.4.5      Se requerirá un preamplificador de alta calidad y de bajo ruido capaz de reproducir la curva estándar RIAA, así como una reproducción sin pre-énfasis. Si se están transfiriendo grabaciones de antes de 1955, puede ser necesario un preamplificador capaz de ajustarse a las variaciones en ecualización presentadas en el cuadro 2 de la sección 5.3, «Valores de ecualización para discos LP anteriores a 1955». Es difícil obtener preamplificadores con múltiples configuraciones, y puede ser preferible modificar la ecualización tras la salida de preamplificación normal, o la aplicación digital de ecualización específica a una transferencia digital plana.

5.3.4.6      Es vital disponer de un disco de pruebas con las características de grabación de los discos a transferir para calibrar la cadena de reproducción y ajustar el rango de frecuencias con un ecualizador gráfico o paramétrico hasta conseguir la salida correcta. Si se necesita calibrar el sistema para ecualizaciones no estándar, se puede utilizar un disco de prueba con la curva RIAA, siempre que se conozcan las características de la curva de reproducción alternativa. Encontrar un disco de prueba adecuado puede resultar difícil, e incluso estando accesibles, los discos más antiguos pueden haber sufrido desgaste y no dar una respuesta exacta, sobre todo en las frecuencias más altas.

5.3.4.7      La amplia gama de componentes de reproducción disponibles en los años 1960 y 1970 ya no se está en el mercado, y si bien no es tan difícil de localizar como los equipos de reproducción de discos de 78, la gama disponible actualmente es mucho más limitada. Aunque relativamente resistentes a los daños y el deterioro, los discos de vinilo pueden llegar a ser inaccesibles si no están disponibles los equipos de reproducción adecuados. Aunque se recomienda un buen stock de repuestos y consumibles para el acceso a medio plazo, es importante señalar que las agujas y los aparatos no tienen una vida útil ilimitada.

5.3.5 Velocidad

5.3.5.1      El cumplimiento con las normas por parte de las compañías de grabación reduce las preocupaciones por las variaciones de velocidad tan comunes en los formatos anteriores. Se recomienda como mínimo un giradiscos equipado con medida de luz estroboscópica y ajuste manual de la velocidad, para asegurar que el equipo de reproducción se ajuste a las normas. Es preferible el uso de un oscilador de cristal.

5.3.6 Ecualización de reproducción

5.3.6.1      La necesidad de ecualización y la manera en que se desarrolló se explica en la sección 5.2.6. A las grabaciones en microsurco también se les aplica una ecualización que principalmente consiste en reducir el nivel de frecuencias por debajo de 500 Hz, que es el punto de transición para bajas frecuencias por debajo del cual la grabación es de amplitud constante, y aumentar las de más de 2 kHz. Entre 500 Hz y 2 kHz la grabación se caracteriza por su velocidad constante (ver 5.2.6). La aplicación de ecualización en el proceso de grabación debe ser compensada en la cadena de reproducción. Muchas compañías tenían sus propias variaciones (en general menores) sobre este tema, y para una reproducción precisa, se debe aplicar una ecualización de reproducción exacta (ver el cuadro 1, sección 5.3).

5.3.6.2      Los discos fabricados después de 1955 cumplen con lo que ahora se conoce como la curva RIAA, que se convirtió en un estándar seguido por toda la industria. Las características RIAA de reproducción se definen por una atenuación de 6 dB / octava de 20 Hz a 500 Hz, una sección plana entre 500 Hz y 2,12 kHz (318 µs y 75 µs, respectivamente) y una atenuación de 6 dB / octava por encima de 2,12 kHz. La plataforma plana es de aproximadamente 19’3 dB por debajo de cero.

5.3.6.3      A continuación se enumeran las curvas de ecualización para la reproducción.
 

Curvas de ecualización (por
nombre)
Filtro de frecuencia baja Punto de transición de altas frecuencias Punto de atenuación de altas frecuencias (-6 dB / octava, excepto en los casos indicados) Atenuación a 10 kHz
AES 50 Hz 400 Hz (375) 2500 Hz -12 dB
FFRR (1949) 40 Hz 250 Hz 3000 Hz1 -5 dB
FFRR (1951)   300 Hz (250) 2120 Hz -14 dB
FFRR (1953) 100 Hz 450 Hz (500) 3180 Hz (5200) -11 dB (-8,5)
LP/COL 100 Hz 500 Hz2 1590 Hz -16 dB
NAB   500 Hz 1590 Hz -16 dB
Orthophonic (RCA) 50 Hz 500 Hz 3180 Hz (5200) -11 dB (-8,5)
629   629 Hz (750)    
RIAA 50 Hz 500 Hz3 2500 Hz -13.7 dB

Cuadro 1, sección 5.3: Curvas de ecualización por nombre

1Pendiente de 3 dB / octava. No se debe utilizar un filtro de 6 dB / octava en las frecuencias marcadas porque, aunque se pueda ajustar para dar la lectura correcta a 10kHz, la atenuación comenzaría en la frecuencia errónea (6800 Hz) y sería incorrecta en todas las demás frecuencias.
2 NAB modificado: menos graves por debajo de 150 Hz, que requiere cerca de 3 dB de aumento.
3 RIAA y NAB son muy similares.

Valores de ecualización para discos LP anteriores
a 1955a
Filtro de
frecuencias bajas
Punto de
transición de
altas frecuencias
Punto de
atenuación de altas frecuencias
(-6 dB/octava,
excepto en los casos indicados)
Atenuación a 10 kHz
Audio Fidelity   500 Hz (NAB) 1590 Hz -16 dB
Capitol   400 Hz (AES) 2500 Hz -12 dB
Capitol-Cetra   400 Hz (AES) 2500 Hz -12 dB
Columbia   500 Hz (COL) 1590 Hz -16 dB
Decca   400 Hz (AES) 2500 -12 dB
Decca (hasta 11/55) 100 Hz 500 Hz (COL) 1590 Hz (1600) -16 dB
Decca FFRR (1951) pendiente de 3dB   300 Hz (250) 2120 Hz -14 dB
Decca FFRR (1953) pendiente de 3dB   450 Hz (500) 2800 Hz -11 dB(-8,5)
Ducretet-Thomson   450 Hz (500) 2800 Hz -11 dB(-8,5)
EMS   375 Hz 2500 Hz -12 dB
Epic (hasta 1954)   500 Hz (COL) 1590 Hz -16 dB
Esoteric   400 Hz (AES) 2500 Hz -12 dB
Folkways   500 Hz (COL) 1590 Hz -16 dB
HMV   500 Hz (COL) 1590 Hz -16 dB
London (hasta LL-846) 100 Hz 450 Hz (500) 2800 Hz -11 dB(-8,5)
London International 100 Hz 450 Hz (500) 2800 Hz -11 dB(-8,5)
Mercury (hasta 10/54)   400 Hz (AES) 2800 Hz -11 dB
MGM   500 Hz (NAB) 2800 Hz -11 dB
RCA Victor (hasta 8/52) 50 Hz 500 Hz (NAB) 2120 Hz -12 dB
Vox (hasta 1954)   500 Hz (COL) 1590 Hz -16 dB
Westminster (pre-1956)
or
  500 Hz (NAB)
400 Hz (AES)
1590 Hz
2800 Hz
-16 dB
-11 dB

Cuadro 2, sección 5.3: Valores de ecualización para discos LP anteriores a 1955

aEsta información proviene de diversas fuentes: el gráfico «Ajusta tus discos» publicado en la revista High Fidelity durante la década de 1950, el gráfico elaborado por James R. Powell, Jr. y publicado en la revista de la ARSC, y las fundas de algunos de los primeros discos LP. El «punto de transición de bajas frecuencias» (LF turnover) (columna 3) es la frecuencia por debajo de la cual el fabricante de discos disminuía los graves al masterizar los discos, lo que requiere un aumento correspondiente durante la reproducción. En la tabla, el punto también se identifica con el nombre de la curva de la grabación, tal como figura en la mayoría de preamplificadores. La «atenuación» a 10 kHz (Roll-off, columna 5) es la cantidad de corte de agudos en 10 kHz necesaria durante la reproducción para compensar el pre-énfasis añadido en la masterización del disco. En el gráfico, esto se indica en dB.